lunes, 28 de octubre de 2013

Sin fin

Salíamos del colegio. Agotados pero esperando la última hora de gimnasia. Ambos charlábamos, aunque continúo sin recordar de qué. Estaba tan ilusionada. No podría creer que me había invitado a dar un paseo por la tarde... como en una típica película romántica.
Entonces continuamos dirigiéndonos hacia el club. Sus palabras eran tan tiernas y amables que incluso me temblaban las manos. <<No veo la hora de que estemos solos>> me dijo antes de que nos dirigiéramos cada uno a nuestra clase.

Timeline Photos | via FacebookPero entonces sucedió el cambio de escena. Seguramente fue algún leve sonido proveniente de la calle, el que produjo el cambio de escenario. Probablemente, también me había movido en la cama... Ahora nos encontrábamos todos nuestros compañeros y nosotros, vestidos con batas de baño blancas y saliendo de un vestidor repleto de vapor. Ahora... el sucio gimnasio del club se había convertido en un elegante lugar con modernos equipos de gimnasia. Pero ninguno las usábamos. Todos charlábamos y nos divertíamos. Pero él ya no estaba a mi lado como en la escena anterior... ahora se encontraba en la otra punta del lugar aunque con la mirada clavada en mi y una sonrisa traviesa.

Sin embargo, antes de que pudiera acercarme, nuevamente ocurrió el cambio de escena.
Esta vez supuse que había sido un ruido más cercano el que lo provocó. Probablemente el botón de la luz. Estábamos solos nuevamente. Bueno, no totalmente solos, porque nuestros amigos nos observaban desde lejos. Ahora nos encontrábamos en el piso y recostados contra una pared totalmente blanca e iluminada. Me hablaba...me hacía sentir especial. Y entonces realizó el gesto, en mi opinión, más romántico que se puede hacer: colocó lentamente un mechón de pelo húmedo detrás de la oreja y se acercó tanto que pude sentir su respiración a pocos centímetros. Estaba a punto de besarme. Pero se congeló. Se quedó inmóvil mirando mi boca. Lo empujé levemente para que reaccionara, pero entonces la luz de la pared blanca se hizo más intensa y brillante... y escuché las palabras más irritantes de la historia: <<Despertate que ya es la hora>> y mi hermana se materializó delante de mí...
No podía creerlo. La maldecí con todo mi ser por interrumpir el mejor momento de mi sueño. Era perfecto.
La cita, el gimnasio, las batas blancas, mis compañeros, el beso y él quedaron flotando en el mundo de los sueños, sin concluir.
Intenté volver a dormirme con la ultima imagen en la mente, pero jamás regresó. Solo quedó suspendido como un "sueño sin fin".
(10) Tumblr

1 comentario:

  1. Muuuy bueeeno, me encanta como escribis, segui escribiendo cosas asi mas seguido si podes :)
    (J)

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